Silencio.
Soy la niña que tiembla
y tiene
una alegría afásica
en las manos.
Yo no lo sé decir
no sé ponerle nombre
a esta cosa que brilla
y arde en quemadura
que se calma de pronto
y te muere
y me vive
y me mata
y te es
imperdonablemente muda.
© Valeria Pariso
Imperdonablemente muda... bello poema que deviene en su silencio, pero no oculta su belleza. Felicidades.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Bello bello Valeria!
ResponderEliminarY como siempre Gustavo aportando tan acertadamente sus imágenes.
Lily Chavez
Hola Valeria: ¡Esa "cosa" "imperdonablemente muda"!"que brilla y arde" ha dado lugar a un gran poema, porque frente a algunos sentimientos nos volvemos como"la niña que tiembla".A veces el silencio puede expresar mucho más y lo demostraste con este poema, muy expresivo y que como la verdadera poesía, se ocupa de lo inexpresable. ¡Buenísimo! Irene Marks
ResponderEliminar" imperdonablemente muda" muy bueno Valeria! Cariños, Dolores Pombo
ResponderEliminarUn poema sugerentemente hermoso!
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