15/10/14

Poema de Sylvia Cirillo


Después de hacer el amor con un pescado
nada que decir del silencio de su fondo
Solamente unas escamas oscuras
como la sangre y sus falsos giros.
Arriba luces
Adentro, sus agallas desataron mis compuertas.
No sé en verdad si era el pez dorado.
Las oraciones mojadas allá abajo las plegaba
como solamente los ángeles del agua
pueden hacerlo, más

cuando los escarabajos chillan en las costillas
y los hielos muerden su látigo entre las piernas
visito  la nostalgia de su nombre


Medusa herida que busca corales o musgos cuando

no hay alarde ni susurro
para mi voz para mi vacío de aire.



© Sylvia Cirillo

6 comentarios:

Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

Exquisitos versos, que nos arrastran a ese mar y su irremediable naufragio. Felicidades.

jorge pablo moreno.

16 de octubre de 2014, 5:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bello tu poema, Sylvia. Un sumergirse en el mar de la poesía.

Aplausos, bises y besos
María Rosa León

17 de octubre de 2014, 23:50  
Blogger mariel monente ha dicho...

hermoso!

20 de octubre de 2014, 11:58  
Blogger Sylvia Cirilho🪷 ha dicho...

gracias por leer mi letra. es un honor así como que Gustavo los interprete tan bellamente para nosotros.

Un abrazo !!!!

20 de octubre de 2014, 15:58  
Blogger Marta Ortiz ha dicho...

mar turbulento a la medida de una poeta con agallas. Excelente, abrazo, Marta Ortiz

22 de octubre de 2014, 10:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bellísimo poema, Sylvia.

Un abrazo,

Alicia Márquez

23 de octubre de 2014, 21:17  

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