10/10/14

Poema de Sergio Giuliodibari


RECOMENDACIÓN PARA PADRES DE FAMILIA 

Ninguna persona sensata
aceptaría en su casa
a un poeta.
Los poetas son melancólicos, excesivos;
son inciertos, orgullosos y hasta, a veces,
inmortales.
Ninguna persona
con dos dedos de frente, o más o menos,
recibiría en su casa
a un poeta.
Los poetas llevan a cuestas su pobreza
como un sombrero, pero nunca
renuncian a la buena vida
ni a la pasión.
Ninguna persona
con un poco (apenas un poco)
de sentido común abriría
sus brazos y su puerta
a un poeta. Y mucho menos
a un buen poeta: esos
son los peores, los más borrachos,
los más suicidas, los más
seductores.
Por eso, cuide a sus amistades: abogados,
arquitectos, banqueros, militares,
empleados, testaferros, comerciantes,
diplomáticos, maestros, diputados
son gente previsible que mantiene
conversaciones al ras del piso
y no conmoverá a las mujeres de la casa
con susurros o sombras o silencios.
Pero no se distraiga: siempre es posible
que detrás de, por ejemplo, un ingeniero
se esconda el tan temido poeta
y que todas sus precauciones
por proteger (por preservar) a su familia
resulten vanas.
En ese caso, si el mal
está ya puertas adentro
y usted no tiene coraje
para transformarse en asesino,
sólo vacíe lo más posible la heladera,
esconda la cerveza bajo llave,
cierre la puerta de su cuarto y rece
por el futuro
de sus hijas.


© Sergio A. Giuliodibari

2 comentarios:

Blogger Valeria Pariso ha dicho...

La poesía de Sergio es siempre un respiro de aire fresco. Me llevo este poema para compartir, para que otros respiren.

10 de octubre de 2014, 21:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Ja ja así es, los poetas y las poetas rompen las estructuras de las familias aburridas y burguesas POR SUERTE!!! La vida está donde existe la poesía por eso esos "susurros o sombras o silencios" serán peligrosoa, además del hecho de que desaparecerá la cerveza!!
Muy bueno Irene Marks

11 de octubre de 2014, 13:06  

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