10/10/14

Poema de Leonor Mauvecin



La vida
abre los ojos 
y sostiene la mirada ante el cielo
que se extiende al sol como un pañuelo leve.
Es el saludo del tiempo que pasa.

Es el viejo Mércury celeste de mi padre
por la calle polvorienta.
Ese auto ya no existe
pero
yo lo miro pasar desde la ventana
y él, me deja
              abandonada al azar.

© Leonor Mauvecin

11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Poema de ensoñación. Ontológico y concreto, esa mezcla lo vuelve muy bello.

Clelia Bercovich

10 de octubre de 2014, 21:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Precioso tu poema! Un abrazo, Dolores Pombo

11 de octubre de 2014, 3:36  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Nostalgia, emoción hecho poema.

Besosss

11 de octubre de 2014, 10:35  
Blogger Teresa Gerez ha dicho...

Mucha ternura en tu acto de recordar. Bello.

11 de octubre de 2014, 13:05  
Blogger Rosa Lía Cuello ha dicho...

Cuando la nostalgia nos permite asomarnos a su ventana nos invade la ternura del poema. Hermoso! abrazos
Rosa Lía

11 de octubre de 2014, 14:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

nostalgia, deja vú de un auto que no deja de pasar en la memoria del corazón que resiste.Bello!!!!

abrazo


claudia tejeda

11 de octubre de 2014, 16:04  
Blogger sacanueces ha dicho...

bellísimoooo!!! me encantó ese canto al tiempo. un beso enorme, enorme!!! francisco

11 de octubre de 2014, 19:02  
Anonymous Griselda Rulfo ha dicho...

hermoso poema con una imagen que se repite sin tiempo. Gracias por abrir esta ventana y dejarlo pasar.

11 de octubre de 2014, 21:20  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Leonor, alguna veces el pasado nos viene a visitar sin aviso. ¿Sabes? ¿Quien puede decir que todavía no se pueda dar una vuelta en un viejo Mercury celeste cualquier día de estos?

15 de octubre de 2014, 15:52  
Blogger Adriana ha dicho...

Me encantó este poema frágil y nostálgico, como la concreción mágica de un deseo que sabemos que va a esfumarse en breve. Creo que todos los que leemos tu texto nos apropiamos de ese Mercury celeste como símbolo de los objetos que describen nuestro pasado. Un abrazo. Adriana Maggio

16 de octubre de 2014, 11:46  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos ha dicho...

Sonia Quevedo
Es precioso, sutil, de tenue colorido y amable entorno. Bello poema.

Sonia Quevedo

23 de octubre de 2014, 15:42  

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