ABRO LA VENTANA
Abro la ventana
para que la calle entre a mi cuarto
todas las mañanas
y el verde de los árboles
acompañen esta soledad sin culpas
que tránsito heroico
y con memoria.
Aquí
bajo este cielo de enaguas
un viejo
perfume de naranjas
ahuyenta a la bestia.
© Carlos N. Carbone
Precioso momento su abrir de ventanas.
ResponderEliminarBuen poema,una soledad y la calle que acompaña al entrar por la ventana.Abrazos Rosa Lía
ResponderEliminarPlenitud de imágenes y un cielo de buena poesía, hermoso.
ResponderEliminarRe- leí, tu libro,excelente, muchas gracias, saludos desde Cañada de Gómez
Anahí Duzevich Bezoz
un perfume de naranjas tangible, las ventanas abiertas en cada verso hasta la inmensidad del poema.
ResponderEliminarme encantó!
claudia tejeda
me encantó, un lujito de poema!!! gracias por compartirlo!!! un abrazo fuerte!!!
ResponderEliminarMe parece buenísimo el cielo de enaguas. Y todo el poema es maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo,
Alicia Márquez
Hermoso poema con sabor a distintos tiempos vividos
ResponderEliminarMelancólico y conmovedor. Me gusta mucho. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarUna bella conjunción de imágenes sensoriales y profundos sentidos en tu poema, Carlos.
ResponderEliminarAplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
Poema maravilloso e impregnado de dulce melancolia...abrir las ventanas y recibir la incognita de los días.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Abro la ventana / para que la calle entre a mi cuarto . Me encantó el poema....amigo. Beso
ResponderEliminarLily Chavez
Bello
ResponderEliminarMetáforas rotundas, la excelencia poética conocida. Bravísimo.
ResponderEliminarQué bello el final de tu poema Carlos,
ResponderEliminarsentí el aroma de las naranjas... y me encantó!
Un beso
Montse Bertrán
Mi admiración siempre poeta.
ResponderEliminarcariños.
Cyn.
Enorme poema; ese entrar de la ciudad y los bosques más el firmamento, entregan la plenitud del todo.
ResponderEliminarBello poema.
Sonia Quevedo
Carlos, hermano, que la ventana siempre esté abierta para que sigan entrando, no sólo la mañana con toda su fuerza, sino, también, la brisa fresca y eterna de la Poesía. Abrazo fuerte.
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