Blanco
Anduve astenia
porque dejé de coser
rimas atolondraras
como cuando muchacha desbocada
llegaba hasta el ruedo de tu almohada
a llorarte sexo
Y era blanca
la coronita de novia
como album,
continuado en tus dedos…
como camafeo de los días
y del mar
como una frase
que nos trasladó;
como efigie
que marcara las entrañas
donde te llevo.
Y la fiebre siempre
simula enfermedad.
© Susana Rozas
Y la fiebre siempre simula la enfermedad. Que retazo de eternidad reflejan estos versos. Felicidades, un poema exquisito.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Susana, me encantó lo sugerente de tu poema, ese aire de misterio y la foto escogida por Gus, la coronita de novia, y el camafeo... me encantó. Saludos. Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarun desamor de eterna juventud que no se olvida.saludos de María Luisa Márquez
ResponderEliminarNo se porque me traslada a algo muy lejano este bello y misterioso poema
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Ese amor que te habita!!
ResponderEliminarEterno.
Cariños