Texto de Ramiro Pelliza
Amor, dale, que se me cansó el salir de sol. Amor, te huelo
el corazón y huele a otro.
Que me enigmes, puede ser.
Que me sucedan.
Vos, que para llegar hasta mi pecho, tuviste que atravesar
mi espalda de punta a punta. Por la parte que era ciego, también era sensible,
libertadora de tu causa; dolida por quejoso; requerida por vengativo;
restauradora de ansias ajenas; Ay, cansadita de siempre lo mismo.
Te juro que la luna no tiene entradas, pero cada día somos
más los que no podemos salirle. Y es que los ojos multiplícanse cuando uno
sueña; que de sueño no cumplido no hay retorno. Vos, soñadora, vos, sueñito.
Te acaricio con esta mano de sentirse solo; te sostengo con
la fuerza de hombre para abrir tapitas duras; te respondo como iniciático.
Tengo camellos suspirando en la desidia. Ay, amor, cuánta algarabía en tomar
agua y seguir vivo.
¿Y este arnés que me sujeta por si me levanto? Ay, Dios, que
enojarme sea tan prolijo: eso no.
© Ramiro Pelliza
1 comentarios:
De amores y desamores, también de juegos. Cuántas imágenes que van y vienen.
Lo saludo.
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