16/8/14

Poema de Jorge Moreno De Los Santos


Ah, esa ácida ausencia
del mar en tus muslos…

Verdes tempestades. Nocturnas primaveras.
El Jazz libidinoso de tus noches
y el fruto temprano de tu lencería
trepando hacia las brasas de la niebla.

Ese pálido confín de tus palabras:
destierro de la espuma,
azules binomios
y ámbitos madurando en cerámicas.

Amarte, no fue una eternidad innegociable:
fue un sueño de metáforas y arcilla;
abruptos jardines de diamante,
un estigma de miel salvaje.
Atardecido estiaje;
el grave despertar del mármol
en el sexo de los ángeles
o un plácido desayuno
de licor de luna y resinas de otoño.

Guardar en los armarios estrellas de mar,
despojos de sirenas,
para que el verano
sea más cercano, más perdurable. 




© Jorge Moreno De Los Santos

3 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

El amor y la eternidad misma.
La inmensurable belleza del mar que lo identifica.
Bello poema, muy sentido.
Abrazo

16 de agosto de 2014, 22:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

me encanta esa delicadeza tan profunda como la eternidad misma. susana zazzetti.

17 de agosto de 2014, 17:18  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Jorge me encantó el romanticismo de tu poema, las metáforas delicadas, las imágenes... o sea todo...

21 de agosto de 2014, 17:04  

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