Esta habitación huele a pasado:
el diálogo, el tronco enorme del árbol enfermo
del otro lado de la ventana.
Un sueño llegará al anochecer
(ah, vieja coleccionista de crepúsculos de seda)
y cuando llegue, le abriré al viento sur
que empuja los cerrojos.
La huella que deja la melancolía
puede ser tan feroz como ella misma.
Un pozo de agua donde flotan las certezas
como aceite sucio.
© Paulina Vinderman
"Un pozo de agua donde flotan las certezas / como aceite sucio."
ResponderEliminarHermoso, Paulina.
Brindo por el sueño del poema Paulina!
ResponderEliminarQue inmensidad de poema, que soledad y desgarro habitan en estos versos, que huella mes imborrable es el olvido y la melancolia. Felicidades.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
Me gustó muchísimo tu poema, amiga. Pero sobre todo me encantó el final. Magistral.Abrazos. Gastón Sequeira.
ResponderEliminar"La huella que deja la melancolía/ puede ser tan feroz como ella misma" La traidora melancolía, que nos atrae para hacernos conmovernos. Muy buen poema Paulina.
ResponderEliminarAbrazos
Cecilia Ortiz
Estrupendo ambiente, Paulina. El pasado se "huele". Los versos de la melancolía y su huella siento que generan el poema donde la certeza son (olfativo de nuevo)esos oos de grasa que flotan en el agua, digna imagen de tu retórica tan original. Un beso y no te olvido, inmensa poeta. Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarEl pasado siempre está presente. Con olores o cosas que nos muestran la película filmada.
ResponderEliminarNada se olvida.
El olvido no existe.
es como borrar la historia nuestra.
Mi cariño!!