Esa mujer
tiene el
rostro
opaco
gris como
pizarra.
Debe estar muerta,
pero
camina,
a lo mejor los muertos lo hacen
y no se inmutan,
su expresión ensombrece la calle
¿habrá perdido algo?
¿ o podrían fusilarla
cómo a un
desertor?
No he vuelto a verla,
recordarla me estremece
Al pasar me miró
a los ojos
son iguales a los
míos
¿acaso no estaría yo frente al espejo?
© María Elena Tolosa
Depende tan sólo de vos, amiga mía, que tu imagen sea ésa frente al espejo, o que cambie para descubrirte en el rostro de una mujer decidida a ser otra...Me gustó.Profundo, inquietante...
ResponderEliminarUna mirada interesante. Gracias por compartir
ResponderEliminar- Ser testigo de uno mismo - es todo un aprendizaje.
ResponderEliminarMuy bien logrado, sin duda.
Abrazo
Poema que dice profundidades y te hace reflexionar enteramente, bravo!!!!
ResponderEliminarcon cariño María Luisa Márquez
guauuuu,!!!
ResponderEliminarEse espejo: !dios!
Besossssss
Profunda reflexión, un gran poema.
ResponderEliminarPoema reflexivo, muy bien construído.
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