la humedad de las cornisas
No hubo un instante para las manos
apenas un rumor de peldaños indecisos
en el oficio que encontramos
Era el nombre de la soledad que jamás renunciaríamos
una función criminal a nuestro alcance
el deseo de pasarle la lengua a los filos
y movernos lentos entre la sombra y la inocencia
No era difícil dilatarnos hacia el declive de la noche
ser palomas extendidas entre sus muñecas muertas
pegar la espalda contra los muros del deseo
y no desear
o desear demasiado
como una forma violenta de la quietud o el equilibrio
Por eso hoy
que he besado los perfiles de la lluvia
saco mi saber de los armarios
Voy a contrabandear con la muerte
mis pecados
y no cobraré más
que un retazo de memoria
© Marcela Predieri
Genial Marcela, gracias!
ResponderEliminarEstremecedor poema que desnuda su desgarro, muy bien construido, y con un final que sacude los cimientos de existir. El precio de todo solo son retazos. Felicidades.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
uh! estremece
ResponderEliminarGraciela Barbero
Tremendooo poema!!!
ResponderEliminarCariños.
Alicia Corrado Mélin
ME GUSTA EL CONTUNDENTE FILO DEL POEMA Y DECIR AL MISMO TIEMPO DE ESTAR CONTRA LOS MUROS SUTILMENTE ENCONTRAR EL CAMINO.MUE GUSTÓ MUCHO LO JUGADO DEL POEMA.
ResponderEliminarLIDIACC.
Qué poema de amor potente...tu " ser paloma" en la fuerza del deseo... y después de besar "los perfiles de la lluvia" encontrarte con el saber...!
ResponderEliminar...en ese "retazo de memoria", el amor seguramente guarda la inocencia...así lo siento Marcela,
Beso y gracias por compartirlo!
Montse Bertrán
a veces a un poema de amor le sobran palabras. vaya éste como respuesta: gracias amigos por compartir el mismo lenguaje
ResponderEliminarPLEGARIA
Anochece en el mundo
Del otro lado
una ceja de sol
intenta un guiño
hermoso texto, dentro de tu lìnea, pero siempre con una entonaciòn origial. Felicitaciones.
ResponderEliminarClaudio Simiz