BATIK
Todas las mañanas
invariablemente
un abejorro monta
las glicinas de la casa
Frenética écuyerè
abre las membranas
de otra primavera
Lo que pudo ser
conserva su forma
cuenta mis letargos
Compensa con creces
el perder el miedo
de perder sustancia
(Soy un Eduardo más
por cada hora que pasa).
© Eduardo Espósito
Hermoso Eduardo, gracias!
ResponderEliminarEpa... hermoso y "nuevo" poema, amigo... sorprendente.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Los abejorros visitan mi parra los días de verano y la vida se trasmite en su rumoreo al igual que en tu hermoso poema
ResponderEliminar¡Eduardo!
ResponderEliminarLograste con humildad un paralelismo tan lógico entre la naturaleza del hombre y la naturaleza en sí, y ensimismada, que no puedo más que admirar este poema simple, nimbado por esa mirada tan profunda.
Susana Giraudo
El paréntesis encierra un tema caro a Proust: las diversas personas que somos sucesivamente y que el tiempo va matando. Me gustó tu poema.
ResponderEliminarEl paréntesis encierra un tema caro a Proust: las diversas personas que somos sucesivamente y que el tiempo va matando. Me gustó tu poema.
ResponderEliminarMuy bueno, Eduardo (que no uno más ni cualquiera). Abrazo grande.
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