LÍMITES
El aire, girando, abierta la noche,
descienden las manos del Hombre.
Junto al ebrio y pendular deseo,
su simiente, espejada de placer.
Solloza inocencia, danza entre azares.
Se desploma en los ojos de la noche.
Celebra, piérdete en mi sangre anochecida
en mi horizonte en brote, el fervor de mi ternura.
En límites de mi desnudez, tu mirada me libera cielos.
Estremecernos en amor. Todas las cruces limiten plegarias.
© Lidia Cristina Carrizo
Hola Lidia: Un canto de amor y de pasión brilla en tu poema("tu mirada me libera cielos") llevándonos en un viaje hacia el sentimiento profundo. Con cariño Irene Marks
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