Triste, tengo un cabaret en la esperanza de que vuelvas. A
mí no me lloran los espejos. A mí no me enguataron lo que raspa. E incluso, es
de día cada vez que me despierto y estás viva. Tengo un montón de playa en las
selecciones de mi cuerpo. Tengo un embarazo cruento de rodillas en el tiempo de
tu espera. Tengo un domicilio en cada cosa que hace llanto. Duele, amor, este
tener el mundo mal vencido.
Nos conoceremos de otro plagio. Pero, aunque sea por una
vez, ahorrate el amor y mereceme el cuerpo. Mirame el compromiso.
Le salieron alas a mi adentro, y más adentro vuela. Me
salieron alas hacia dentro. Amor, que se me cargó de plumas el irme. Y si te
vas, también me dejo.
© Ramiro Pelliza
Hola Ramiro: ¡qué gran poema el tuyo! Gran libertad y ritmo interno, pura música, con imágenes originales y fuertes: "Tengo un domicilio en cada cosa que hace llanto" o "aunque sea por una vez,ahorrate el amor y mereceme el cuerpo". Lirismo que nunca cae en lo trillado, que fluye, con la palabra exacta, sin caer tampoco en lo estructurado: "se me cargó de plumas el irme". Maravilloso poema, renueva mi fe en la poesía como fuerza que se renueva. Gracias Irene Marks
ResponderEliminar"y si te vas, también me dejo!"
ResponderEliminarEse verso s sublime
Gracias
Walter
que bueno, me gustó!
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