LLAMADO
A cuatro cuadras espera mi muerte
En horario diurno y hasta las diez
De la noche
Espera este pellizco de carne cansada
Para clavar los dedos
Entre la caída y el sueño
A cuatro cuadras
Contando desde esta baldosa
Espera mi muerte pasando de a cinco minutos
Con intervalos regulares
A veces y con suerte
La escucho
Llena de fastidio y apuro
Rugiendo como solo se ruge debajo de la tierra
A cuatro cuadras de la boca que se seca
Del sabor de insecto estrenándose en las encías
Espera mi muerte gimiendo
Como solo se gime cuando se es madre
Y el cachorro está perdido.
© Yanina Audisio
Aceptamos la vida, aceptemos también la muerte, más si nos separan sólo cuatro cuadras.
ResponderEliminarAbrazos
David Rosales
Sobrio y oscuro poema que cabalga por las sombras de su desaliento.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
Yanina!!!! No soy madre, y sin embargo, tu poema me conmovió muchísimo, es estremecedor y ese final, perfecto. Felicitaciones. Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarYanina!!!! No soy madre, y sin embargo, tu poema me conmovió muchísimo, es estremecedor y ese final, perfecto. Felicitaciones. Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarUh, fuerte poema, lo fui desatando en mi interior y me trasmitió una opresión, una extraña sensación de propiedad.
ResponderEliminarLily Chavez