MIEL Y LIMON
Llena la noche sus relojes de arena.
Nada del milagro ni el grito.
Sólo un trago amargo
diluído en la marea.
Arrojó todas las rosas,
abandonó todas las cartas,
olvidó los recuerdos de amor.
Ningún molino de viento
que impulse al deleite.
Ningún manjar exquisito
que nutra la pasión.
Sólo agua y aceite,
miel y limón,
y una cereza herida
en
la boca.
© Teresa Vaccaro
muy bueno tere!!1uno de los que más me gustan de tu libro!
ResponderEliminarmaria del mar
MUY FELICES PRIMEROS 8 AÑITOS!!!
ResponderEliminarPOR MUCHÍSIMOS MAS!!!!
GRACIAS Y ABRAZO!!
Tére Vaccaro.
Los opuestos también se mezclan y dejan esa herida.
ResponderEliminarAbrazos
David Rosales
Gracias María del Mar!!
ResponderEliminarGracias David!!
Me gusta escribir sobre opuestos.
Abrazo.
Tére V.
Me imagino esa noche llenando sus relojes de arena...es muy bonito tu poema Tere. Besos y felicitaciones
ResponderEliminarLily Chavez
Muy bello Teresa!...cómo juegan los sentidos en tu poema, los colores, el ritmo...
ResponderEliminarY que sane la herida en el milagro del sabor de la vida!
Abrazos!
Montse Bertrán
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarHermoso poema, Teresa! Un abrazo
Lily,Montse, David:
ResponderEliminargracias por acompañarme con sus comentarios. Besos. Tere.