EN LA CINTURA
DE LA NOCHE
Mi boca es puro oleaje
sobre tu cuerpo de
cristal.
Más que besar
recorre tu
universo
hasta el apocalipsis de tus pies.
No hay lugares ignotos ni rumores.
No hay luminosidad
ni breva jugosa que me esté prohibida.
Arde el volcán,
su fuego lame las cavernas.
Todo se paraliza en derredor y todo bulle.
Un silencio revolucionario
en el desenfreno de la piel.
Se unen los cuatro elementos,
se contorsionan, vuelven al principio.
No es posible amar tanto una centella.
No es posible sentir
la mordedura del infierno
justo en el punto G del alma.
Te desbordas en mí,
subes hasta la cima y
te desplomas
sobre almohadones tibios en el río.
Soy correntada,
soy piedra lujuriosa,
me bebo a lo vampiro cada gota
y te devuelvo, fénix, a la vida.
Somos un manantial de yerbabuena,
somos lavanda, ceibos
y jazmines.
Amos de una penumbra delictiva,
oasis del jardín de
las delicias.
Descubro que te amo de una manera indescifrable
abocada, frutal, vino
de vida que me unge emperatriz,
poeta, amazona, vientre, custodio de tu cuerpo de ángel
(aunque digas que no: veo tus alas, me llevas a volar).
Rotas ya las cadenas del escarnio,
muerta la esclavitud,
sepultado el olvido.
Canto a tu selva memorable:
canto al salvaje, al
primitivo, al único.
© Olga Liliana Reinoso
Un recorrido sensual por la piel y todas las emociones.
ResponderEliminarGusto en leerte.
Palabras llenas de vida, el conjunto de ellas es sensual y el erotismo vibra natural, fascina.
ResponderEliminarva un abrazo
Betty
sOBERBIO POEMA QUE ELEVA SU SENSUALIDAD Y SU EROTISMO HACIA SU GRANDEZA. ENHORABUENA.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
Un poema sensual lleno de bellas imágenes
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Con la fuerza de siempre!
ResponderEliminarOlguita, una sola palabra: ¡Wow!
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