4/6/14

Poema de Miguel Oyarzábal


HISTORIA

              a Miguel Ángel Riquelme 

La muerte transcurre, cotidiana
y parece ajena,
hasta que, vertical, toca cercanías
y la piel se derrumba.
El pensamiento es un reloj de arena
y yo también devastaré otras pieles.
El amigo habla fugazmente de sí mismo
y se abre el pecho.
Y yo pregunto.
Y no tengo respuesta.


© Miguel Oyarzábal

8 comentarios:

Blogger Migdalia B. Mansilla R. ha dicho...

Breve, contundente poema. Recorro contigo el mismo sentimiento.
Saludos.

4 de junio de 2014, 21:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bello poema como todo lo que escribe Miguel, muy justo en el justo momento como el reloj de arena..tiempo fugaz sin repuestas..
abrazos enormes
S.Roberts

4 de junio de 2014, 23:42  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Las muertes, las repuestas que no tenemos y ¡qué bellamente dicho!, Miguel
Un abrazo
Betty

4 de junio de 2014, 23:52  
Anonymous jorgepablomoreno. ha dicho...

Contundente, la muerte y transcurso sin respuestas. Felicidades.

JORGE PABLO MORENO.

5 de junio de 2014, 5:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Miguel: me encanta leerte. Este poema tremendamente humano me conmovió hasta las lágrimas.

Un abrazo,

Alicia Márquez

5 de junio de 2014, 16:21  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Así es este pasaje preguntas y preguntas que no tiene respuesta. Excelente poema.
Abrazos
Elisabet

5 de junio de 2014, 18:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Felicitaciones a poeta e ilustrador, lo sutil sabe ser contundente.

Claudio Simiz

7 de junio de 2014, 16:32  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Nunca habrá respuestas para las muertes cercanas. Bravo.

22 de junio de 2014, 8:17  

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