Poema de Ana María Manno

  

extravío un pezón en medio de las  piernas 

regurgito 

el cuerpo se defiende engulle crece difumina expande 

no puede hablar de otra cosa cuerpo relato relamido 

impulso leve el cuerpo abre la extensión de un goce breve 

 extraigo succiono la absurda bondad de un rezo de carne madura 

nuestros años y tu plena 

ausencia

cruje el pezón y su lisura el cuerpo pone el cuerpo 

la inestabilidad  erosiona 

al seccionar la carne ante el espejo

partir la forma que separa cuerpo mismidad arrebatada 

la luz bebe la forma embebida en agua 

seducida 

voy 

como en la piel de la cebolla capa a capa tu piel extrae 

de mi cuerpo malentendidos… 

quedarse sobre un cuerpo ser sostén abrir doblar y torcer

la esperma de unos huesos 

tibios 

aspiro y bebo retrocedo y callo la baba cocida cerrado 

centro de manías cuerpo bebido a bocanadas tu delicia 

no es 

llegar 

minucias del bretel  sobre la piel hay devaneos como en 

el perfume 

excesos 

tópico de mixturas la carnalidad tritura lo triste y lo invierte 

susurros como en un claustro amparada por una voz 

deseada

nada es lo mismo tracto de piel 

voy 

desciendo 

lluvia de objetos 

el cuerpo extrae de un frasquito sólo líquido 

la voz esparce agua 

de lluvia 

aquello demorado cierra el círculo atenazado de pliegues 

hay un benteveo sobre el lápiz marfil de uno de tus dedos 

irrumpiendo 

la similitud del mal que inoculas arrastra la marea viscosa de 

un deseo con incrustaciones de cristales de otros cuerpos 

materialmente hablando mi cuerpo 

se deshace

© Ana María Manno