ESPANTO QUE CRECE
En las cavernas de mis sueños
crece el espanto de una granada a punto de estallar
duermo en el escalofrío de la locura
que me acecha como a una tigresa herida
cuando me dejas tu ausencia gigante igual que el río
y te pienso en mi piel
extendiéndome rosas de carne amanecidas
para este amor que a sorbos me lleva hasta el delirio.
Tu boca y sus dos únicos pétalos de fuego
llenan el viento de
mi nombre.
Y no sé como puedo perderte a cada instante
esconderte en mi sangre amarte hasta el desgarro
saber que es demasiado este amor
que da miedo
este irme despeñando por el túnel estrecho
de tu voz.
Adentro de mi hay un caballo blanco
que despierta tus
manos
cuando comienzas
a deshojar mis
suspiros.
© ELENA CABREJAS
El amor y la ausencia del otro. Y este poema entre el sueño y lo real, bien Elena!
ResponderEliminarLily Chavez
Hola Elena:
ResponderEliminarhermosas imágenes, pasión y libertad en este poema donde "un caballo blanco" simboliza el absoluto amor, físico, espiritual Con cariño Irene Marks
CUANDO EL AMOR Y EL DOLOR SE REFLEJAN ENTRE SÍ ES COMO EL DESEO QUE SE UNE. UN CÍRCULO QUE NACE Y MUERE AL MISMO TIEMPO Y ES TAN EFÍMERO EL INSTANTE!...
ResponderEliminarEL AMOR-DOLOR... Y LLEGAR A LO SUBLIME!...MI ABRAZO QUERIDA POETA! LIDIACC.