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18/3/14

Prosa de Graciela Perosio



Caudaloso río iluminado por enervante sol del desierto se revuelca y me revuelca de olas de juncos de algas de arco iris de barro y remolino burbujas caracoles movimiento la forma de las formas se perfila crece crecen plateados peces translúcidos almibarados crustáceos del inicio quelonios pétreos escondidos vamos hacia la orilla desbordada vamos venimos nos golpeamos recalamos y nuevamente una potencia nos arranca nos lleva nos deshace nos hace nos renueva nos forma y nos deforma vamos a un tobogán túnel de limo subimos rodamos más allá no se detiene marcha al galope el río desbocado marcha en torrentes corre y se abre se abre y abraza al mar al mar al que se vierte hacia él nos vence nos envía burbujas remolinos olas que se van aquietando se deslizan por la arena de plata de diamante de bronce de corales madreperla infinita la playa disemina y en ella la silueta apenas pura luz que descarta con suaves movimientos de medusa con espasmódicos ritmos de delfines la bella hija de Urano la Dorada está naciendo ved del proceloso océano el espejismo de horizonte invulnerable y trae el regalo el don que ha de otorgarnos el erótico sexo que define al ser que llegará y habrá de amarla
     victoriosa por siempre la divina Afrodita


© Graciela Perosio

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho, mucho, tu prosa poética. gran ritmo de agua.

    Besossssss

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  2. Asfixiante,desquiciante intensidad la de este texto, amiga.

    Claudio Simiz

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