LA SENDA
PEATONAL
Cruzando
Carlos Pellegrini
se
miraron.
Eran
jóvenes, bellos,
queridos
de sí mismos.
En
otras circunstancias,
incitados
por el alcohol
y
las chispas de la noche,
el
cruce hubiera engendrado pasión,
más
tarde un hijo y quizá
(porque
el tiempo no se detiene)
un
par de abandonos.
En
esta ocasión,
urgidos
por la hora del almuerzo
y
sus sendas oficinas,
se
desviaron del instinto
y
siguieron, respetuosamente,
las
luces titilantes del semáforo.
©
Mariano Shifman
un poema narrativo directo, con altura. susana zazzetti.
ResponderEliminarqueridos de sí mismos, que lindo eso Mariano. Me encantó.
ResponderEliminarLily Chavez
A veces los semáforos deberían ser más largos, detenerse en las miradas. muy bueno, Mariano.
ResponderEliminarBesossss
Muy bueno Mariano!! Reflexivo y conciso. Besos!!!
ResponderEliminarLa vida que pasa en un instante y no se repite. Breve instante, breve y especial poema
ResponderEliminarUn texto que denota la magia del instante... del destino y de la pluma que nos narra ese momento.
ResponderEliminarabrazo.
Cynthia Rascovsky
Interesante pintura de la vida cotidiana, me gusta lo directo de la escritura!! Beso, Mariano!!
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