25/3/14

Poema de Eduardo Espósito


MEDICINAS

Yo creí que el amor y la empatía
te lo vendían en dosis homeopáticas
para el consumo del hombre y la mujer
La prevención
El fraude
El difícil equilibrio del que dice amor
y te inocula su cuota de veneno
(que fue remedio un día)
Y vos que te parás frente al espejo
y la llamás a Alicia
como si Carroll tuviese algo que ver
con tu naufragio
Nadie puede salvar a nadie
Vivir es deambular por el Titanic
buscando una caricia
un gesto que sea claro
en un mar que se hunde
Morir es no encontrar esa caricia
Inflar globitos para siempre
donde la luz no importe
Vas comprendiendo ya?
Viste qué fácil?
Me ducho
Me afeito
Y desinfecto de tu orina los espejos
El tiempo es un hacha que cura.




© Eduardo Espósito

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Extrañas, soterradas cosas remueve tu poema, amigo, y desencantos que sólo la poesía puede nombrar sin espanto.

Claudio Simiz

30 de marzo de 2014, 15:42  
Blogger Marina Kohon ha dicho...

Qué golpes secos estas imágenes dichas casi con ternura, suavemente con la cadencia de la verdad inevitable.
Un abrazo,
M

30 de marzo de 2014, 17:00  

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