BADEN-BADEN
Fue extenso nuestro
breve viaje.
Intrincada oscuridad,
recibe nuestras últimas pisadas.
Creados para mortales por algún dios,
estos bosques no conocen
la furia de las talas.
Liberada de los imposibles,
llego a Baden Baden.
Como una Venus de Chipre
me rindo a las virtudes del agua,
celebro esta desmesura,
esta desnudez
que borra toda historia.
¿Sueño o realidad?
Ya no importa.
© Susana Fernández Sachaos
EN LONDRES
Mi otro cuerpo
es esa sombra que late junto a mí.
Quizás porque mis ojos
la seguían bajo la lumbre inmensa,
me veía breve en su reflejo,
con mis cabellos abiertos
al aire peregrino.
Después más tarde, cuando
la luz se fue tornando oscura,
volví sobre mí misma,
sin mi sombra.
Escuché los ruidos
de la ciudad de Londres,
con sus luces mecánicas,
celebrantes del agónico día.
Solitaria,
bajo las puertas cerradas del sol,
respiré como un pájaro;
fui en las tinieblas,
el cuerpo de una lágrima.
® Susana Fernández Sachaos
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