8/1/14

Poema de María Montserrat Bertrán


La rosa errante

                                           A María Meleck Vivanco

Las bocas afinan la voz
y salvan las lágrimas de rostros
que nadie toca

lo anuncia el violín del ángel
cuando hace cantar a la rosa errante del silencio

¡gloria a la luna llena del perdón!
¡a la rosa blanca de tu asombrero!




© María Montserrat Bertrán

11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Montse, me conquistó la rosa errante, lindo, lindo

Lily Chavez

10 de enero de 2014, 21:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sí. comparto la visión del poema como salvación a la rosa como la prueba de que es imposible el silencio ante la sublimidad de lo bello.
Bien
Walter Mondragón

11 de enero de 2014, 14:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sí. comparto la visión del poema como salvación a la rosa como la prueba de que es imposible el silencio ante la sublimidad de lo bello.
Bien
Walter Mondragón

11 de enero de 2014, 14:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

...cantar a la rosa errante del silencio..qué bello!! de ese espacio surgen los poemas grandes!!! beso, María Chapp

11 de enero de 2014, 16:21  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Montse: ese sonido del "violín del ángel"que penetra en la "rosa errante del silencio" es altamente simbólico, como si este poema dedicado a María Meleck Vivanco tomara un sesgo de lo intemporal, lo que permanece, el lirismo de "la luna llena del perdón", como un canto de paz, como si representara a la poeta que cantó las tragedias de Africa.Y también esa libertad surrealista del asombro está plasmada en la blancura de esa rosa y (¡qué hermosa palabra!)"su asombrero". Un poema muy dulce. Con cariño Irene Marks

12 de enero de 2014, 0:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Montse: ese sonido del "violín del ángel"que penetra en la "rosa errante del silencio" es altamente simbólico, como si este poema dedicado a María Meleck Vivanco tomara un sesgo de lo intemporal, lo que permanece, el lirismo de "la luna llena del perdón", como un canto de paz, como si representara a la poeta que cantó las tragedias de Africa.Y también esa libertad surrealista del asombro está plasmada en la blancura de esa rosa y (¡qué hermosa palabra!)"su asombrero". Un poema muy dulce. Con cariño Irene Marks

12 de enero de 2014, 0:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

las tres estrofas de este poema de verdader a encarnadura poética son un exquisito homenaje a María Melek Vivanco y una prueba de tu calidad poética Montse.
Admirable poema
Ignacio

12 de enero de 2014, 18:38  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

ME ENCANTÓ ESA LUNA LLENA DEL PERDÓN!

13 de enero de 2014, 13:12  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La rosa blanca es un emblema y tan bién lo resaltas en este poema

maria elena tolosa

14 de enero de 2014, 0:08  
Blogger Unknown ha dicho...

Una delicadeza. Me encantó. Besos, Montse.

18 de enero de 2014, 14:36  
Anonymous betty badaui ha dicho...

Imágenes para disfrutarlas en silencio, o quizás, para leer en voz alta y alojarlas en nuestro sentir.
Abrazos
Betty

17 de febrero de 2014, 0:36  

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