14/1/14

Poema de Liliana Lapadula


Sosiego

Y ahora
nuevamente es la lluvia
quien entre suaves chasquidos
me arrulla

para que despierte con ojos nuevos
en el árido territorio
de tu silencio.


© Liliana Lapadula
Imagen enviada por la autora del poema

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La lluvia es una gran maga que acompaña nuestros silencios...una gran compañera poeta...

Qué bueno que sea arrullo para tu alma Liliana!

Abrazo
Montse Bertrán

17 de enero de 2014, 17:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso arrullo de la lluvia que purifica la mirada!! Beso, María Chapp

18 de enero de 2014, 21:48  
Blogger Adriana ha dicho...

Me gustó mucho tu texto, que calla más de lo que dice y permite imaginar con el corazón y la mente las posibles historias subyacentes. El arrullo maternal de la lluvia aleja la angustia e instala la añoranza. Es como un intervalo en el camino de la pérdida. Un abrazo. Adriana Maggio

24 de enero de 2014, 20:27  
Blogger Isabel ha dicho...

Considero que es un poema perfecto.
La lluvia, su prewsencia y el silencio de la voz ausente. La lluvia puede dar dinamismo, alegría, ruido y puede lavar los ojos, despejarlos para ver lo nuevo, lo no visto. LA lluvia es una buena compañía para ausencia, cuando es así. Magnífica ka ukystracuñib,
Un abrazo, un beso y mis felicitaciones.
Isabel Llorca Bosco

5 de febrero de 2014, 22:54  

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