Ammarcord
En esta noche que aún no existe
(acaso vaya
a suceder mañana)
desde
el callejón malamente iluminado
por
una
única
jadeante
intranquila luz
desde un hueco del tiempo
tapizado
de truenos
avanzan uno a
uno
lerdos distrayéndose
por cualquier bobada
parecidos a
párvulos:
tus muertos.
Créense, tus muertitos,
tan vivientes
¿Cómo avisarles
del error?
Tía Teresa, anciana, enciende
dorado velador de opalina,
radio vecina esparce su
espectral teatro del aire y
Madre niña empeñada en bordar
aquella erguida, alerta garza en
punto cruz.
“Jorge, pequeño,
alcanzále su guiso
al mendigo
que hace su buen rato araña
la puerta”
Y estará al caer, con la balanza
que llamabas “romana”
el turco, gran visir de vidrios y
botellas.
Y Padre aún no regresó de ese enigma:
la “oficina”
Vuelven a la carrera Maya, Selva,
compañeras
15 años abrazándote en ideal en
amor en rojas llamaradas en
el ejército del Ebro que
una tarde el río cruzó
ay Carmela y ay y
el cantar sube la cuesta
Pero ¿por qué
está de pronto todo
tan silencioso
hoy? ¿Tan
borrosa la consabida
huella?
¿Y nadie te responde?
¿Y todos los mayores
faltaron hoy
a clase, en esta
rara noche que
(quién sabe)
ocurrirá mañana?
© Jorge Ariel Madrazo
Más del autor en la primer parte del blog:
Querido Ariel,
ResponderEliminarNadie puede arrebatarnos la infancia ni el deseo de resistir.
Aun combates "desde un hueco del tiempo". Subir la cuesta hace huella.
¡Qué raras son las noches que no existen y las que vienen imponiéndose!
Bellísima la poesía.
Estela Barrenechea
Tu poesía se encarga de encender luces, me ha encantado1 un abrazo.
ResponderEliminarEse inicio impagable y luego el cuerpo del poema sintiendo, diciendo. Y...son cosas de MAESTROS.
ResponderEliminarLily CHAVEZ
Un poema, muy bien logrado, desde el momento en que el escalofrío,la infancia y la nostalgia se pasean por nuestro interior. La romana ( la romanita, que le decíamos) me trajo de inmediato a mis abuelos,tan queridos ellos. Con ella ponían a mi hermano dentro de una bolsa de los mandados , las de redecillas, y lo pesaban cuando era un bebé. Gracias amigo, por este maravilloso y triste paseo por la infancia. Abrazos. Gastón Sequeira
ResponderEliminarGracias poeta, yo soy un hincha de Amarcord de Fellini,pero el tuyo lleno de nostalgias igual es encantador.
ResponderEliminarWalter Mondragón
MUCHAS GRACIAS POR LA GENEROSA LECTURA, QUERIDOS/AS. CREO QUE LO PRINCIPAL ES LEER/ESCUCHAR AL PRÓJIMO, AL MARGEN DE SI LO QUE DICE O ESCRIBE ES MEJOR O PEOR. MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD. Jorge Ariel.
ResponderEliminarMe encantó este poema ...con ese incio tan de cuento Bello por cierto
ResponderEliminarAbrazos
Muy emocionante este poema donde el tiempo, ese sosías del hombre, a veces juega...
ResponderEliminarsusana rozas