RAÍCES
A
Baudelaire
Camino perturbado desde siempre
por rumor de hojas secas.
Sendero que con mis pasos abro,
lo quiero firme y solo,
libre como ha de ser la vida.
Cavo sin saber de horizontes, solamente
de “ahogos de hojarascas”.
Al rayo del sol me agaché
para que fuera
el pequeño camino del amor, pero quedaron
tres motas, tres tiznes, tres raras rebeldías.
Sendero ya seco, estas
raíces
tiran de mis muñecas y siento olor a pasto.
Unos tres jaramagos han permanecido
eternos en la arena impalpable,
como la orden que ordena y no deja que ordene.
Sé que para otros sería simple
pero no para mí, débil para extirparlos.
Me pinchan para que
no proclamen mi pereza,
pero no callan tanta
inutilidad.
Si exterminé a los otros, por qué una voz susurra
a dejar dos o tres y quedar en la infancia.
De nada vale haber desenraizado tantas plantas enfermas.
Éstas son aunque
nadie lo sabe las cabezas erguidas
de mis “flores del mal”.
Cuando camino se desplazan y dejan una huella
rojiza, de vergüenza y de sangre.
De rodillas consumo el río de las horas.
La libertad deseada y “tan temida”,
el miedo a los extremos, a la exageración,
a perder lo que soy por ser perfecta.
son solamente el pendular
de mi reloj. cada vez
más difícil de leer.
© Isabel Llorca Bosco
Más de la autora en el blog inicial:
Excelente Isabel , felicitaciones!!
ResponderEliminarbellísimo
Francisco
Angustia, desazón y belleza encierra este magnífico poema Isabel.
ResponderEliminarAplaudo de pié
Ignacio
Un poema bello, intenso, con fuerza y desgarro, que me lleva a buscar esas flores del mal para releerlas.
ResponderEliminarMuy linda además la foto que lo acompaña.
Un abrazo,
Juany Rojas
¡Ay de esas raíces que clavadas en la infancia impiden avanzar por el camino de hojarascas!!!
ResponderEliminarLibertad y sujeción, dos extremos que en Baudelaire se funden y florecen en miedo existencial, confusión y belleza atormentada, como la de este excelente texto que te pertenece. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarIntensa y dulce (más allá de lo amargo de las raíces) de uno de esos poetas que nos dejan en plena muerte con lo ojos despiertos.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Hay un suspenso lúcido que enfatiza el clima de misterio que has logrado en este poema, con el cual -sin dudas- Baudelaire se hubiese identificado. Muy bueno, cara Isa, te felicito. En respuesta a tu generoso comentario, te digo que mis espacios están siempre abiertos a tu alta poesía.
ResponderEliminarCaro abbraccio
Elisa Dejistani
hOLA iSABEL: un doloroso poema y a la vez muy vital, y de quien se sincera en la bùsqueda y se reconoce con mucha lucidez.La parte de "las flores del mal" es sublime.("dejan una huella rojiza de vergüenza y de sangre"). Te felicito por este poema, lo sentì mucho. Con cariño de Irene Marks
ResponderEliminarTus textos siempre dejan el sabor de una pluma muy bien plasmada... Una lectura que se hace placentera y un toque de magia y estilo.
ResponderEliminarbesoteeeeeeeeeeees
Cynthia Rascovsky.
Hola Isabel,
ResponderEliminarTu poema Raíces me ha conmovido.
He sentido una sacudida ante la belleza de tus versos y también por las palabras sublimes de Baudelaire incorporadas a los nombres de tu poesía, "una huella rojiza, de vergüenza y de sangre." En suma, "Bien de Vida, Mal de Muerte" es lo que "consumimos en el río de las horas."
Con el afecto de siempre,
Estela.
Magnífico poema Isabel ..."perder lo que soy por ser perfecta.." Un beso grande! Dolores Pombo
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