8/11/13

Prosa de Sonia Quevedo


EN  EL  PATIO  DANZA 

Pensativa, quieta, con el rostro adherido al pilar viejo, mira fijamente el lento el caer de la última flor de almendro al evocar: 
Cuántos años el almendro vistió de perla el patio -siempre en otoño- 
Cuántos, sintió gotas de lluvia resbalar por el desnudo cuerpo agarrotado. 
Y cuántos de fatigados atardeceres cálidos, dieron paso a las sombras de invierno y el brillo en primavera. 
Entre tanto, en el centro del patio la última flor del almendro danza.


6 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...



Bello. Tanto como la flor del almendro que baila.

Un abrazo,

Alicia Márquez

8 de noviembre de 2013, 19:07  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una hermosa descripción de la belleza del tiempo que todo lo transforma

maria elena tolosa

8 de noviembre de 2013, 22:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Què hermoso querida Sonia. Yo tengo recuerdos parecidos pero con la Trinitaria... esa que se enreda formando techos de hojas verdes y flores rojas.

Te mando un fuerte abrazo.

Andrea

9 de noviembre de 2013, 23:42  
Blogger Liliana ha dicho...

Adorable ramillete de otoño, lluvia, atardecer, brillo,flor y danza.

10 de noviembre de 2013, 3:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso!! me encantó el verso final!! Abrazo, María Chapp

20 de noviembre de 2013, 21:18  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

¡Hola Sonia! ¡Que belleza! Un clásico: traducir en palabras los más bellos y notálgicos sentimientos. Bravo.

1 de diciembre de 2013, 13:23  

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