Poema de Paulina Vinderman
Ahora mi único padre es el tiempo,
y su rara compasión espera por mí,
me mira fijamente desde un despeñadero.
En el camino, las hojas de los olivos
parecen plata manchada a la luz de la tarde.
Los pájaros prefieren los árboles con ramas
muertas,
pueden lanzarse al vuelo en cualquier dirección.
¡Ah! Hacer un fuego sobre el montículo de
orfandad con ramitas muy secas.
Aprender a ver la vida
como un campamento provisorio:
cenizas y café con obsesiones por la mañana,
ceniza de acacias para entrar al desierto.
© Paulina Vinderman
10 comentarios:
"Ahora mi único padre es el tiempo"
Un placer leer esta metáfora.
Tere Vaccaro.
Hermoso poema Paulina Decís: " Aprender a ver la vida " ¿Es cuando terminamos de aprender que nos vamos a ese desierto?
¿Que tal Paulina? te escribo para decirte lo hermoso de este poema que tiene metáforas excelentes. Gracias y te envío muchos bsssss.
Elena Cabrejas
21/10/13 15,20
En estos versos los destellos saben volverse luz, y los instantes, eternidad, bellísimo.
Claudio Simiz
Es un memento moris muy conmovedor... eso somos ¡ay!
un "montículo de orfandad".
Un campamento transitorio me resulta una sabiduria
Muy espacial ,como si el campamento pudiera estar en el agua o en la tierra dependiendo de los factores aleatorias .
Muy bonito.
Nestor cheb
Siempre la belleza aplacando el ánimo de los versos,su verdad o su tristeza. Mi admiración
Lily Chavez
Un profundo placer
Abrazo
Alicia Perrig
Ceniciento y seco y mueras las plantaciones, sólo la idea del fueguito en el "montículo de la orfandad!. Un campamento, nada más y el desierto definitivo. Hermoso poema
que nos va asimilando como una "obsesión". Un beso enorme. Isabel Llorca Bosco
"Aprender a ver la vida como un campamento provisorio", estos versos me los quedo muy adentro, son de una enorme sabiduría. Gracias! María Julia Druille
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