19/10/13

Poema de Paulina Vinderman




Ahora mi único padre es el tiempo,
y su rara compasión espera por mí,
me mira fijamente desde un despeñadero.
En el camino, las hojas de los olivos
parecen plata manchada a la luz de la tarde.

Los pájaros prefieren los árboles con ramas
                                                          muertas,
pueden lanzarse al vuelo en cualquier dirección.

¡Ah! Hacer un fuego sobre el montículo de
orfandad con ramitas muy secas.
Aprender a ver la vida
como un campamento provisorio:
cenizas y café con obsesiones por la mañana,
ceniza de acacias para entrar al desierto.


© Paulina Vinderman

10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

"Ahora mi único padre es el tiempo"

Un placer leer esta metáfora.

Tere Vaccaro.

19 de octubre de 2013, 21:46  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Hermoso poema Paulina Decís: " Aprender a ver la vida " ¿Es cuando terminamos de aprender que nos vamos a ese desierto?

20 de octubre de 2013, 16:24  
Anonymous Elena Cabrejas ha dicho...

¿Que tal Paulina? te escribo para decirte lo hermoso de este poema que tiene metáforas excelentes. Gracias y te envío muchos bsssss.
Elena Cabrejas


21/10/13 15,20

21 de octubre de 2013, 15:18  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En estos versos los destellos saben volverse luz, y los instantes, eternidad, bellísimo.

Claudio Simiz

22 de octubre de 2013, 22:37  
Anonymous Pauli ha dicho...

Es un memento moris muy conmovedor... eso somos ¡ay!
un "montículo de orfandad".

23 de octubre de 2013, 19:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un campamento transitorio me resulta una sabiduria
Muy espacial ,como si el campamento pudiera estar en el agua o en la tierra dependiendo de los factores aleatorias .
Muy bonito.
Nestor cheb

23 de octubre de 2013, 23:31  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre la belleza aplacando el ánimo de los versos,su verdad o su tristeza. Mi admiración

Lily Chavez

26 de octubre de 2013, 18:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un profundo placer
Abrazo
Alicia Perrig

26 de octubre de 2013, 20:51  
Blogger Isabel ha dicho...

Ceniciento y seco y mueras las plantaciones, sólo la idea del fueguito en el "montículo de la orfandad!. Un campamento, nada más y el desierto definitivo. Hermoso poema
que nos va asimilando como una "obsesión". Un beso enorme. Isabel Llorca Bosco

27 de octubre de 2013, 20:11  
Blogger Maju ha dicho...

"Aprender a ver la vida como un campamento provisorio", estos versos me los quedo muy adentro, son de una enorme sabiduría. Gracias! María Julia Druille

30 de octubre de 2013, 23:57  

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