La onírica
“yo te veo hasta en la sombra imprecisa del sueño.”
Raúl González Tuñón
ella pare la nada con dolor infinito
con un desgarro hecho de astillas en la sangre
con las manos vacías devenidas en hiedras sobre un cuerpo
desnudo
hundida en un pantano que emerge de la noche
hermético
insondable
ella camina sola
un sendero inventado
cubierto de cenizas
y alguna brasa que tal vez persista
en la ilusión de reavivar la llama
ella
la onírica
mujer-niña de ayer
sin cuna
sin regazo
sin alimento que brote de pezones turgentes
clamando por un aire
que no evita la
asfixia
que habla de la
desolación y el abandono
hoy evoca alguna forma leve de alegría
víctima de una
historia que le parece ajena.
© Graciela Bucci
Para la onírica, los sueños son la única realidad, que la agobia y ahoga como ese pantano hermético e insondable, para salvarse crea sus propias cárceles, donde cultivar la
ResponderEliminardesolación, vagamente percibe la esperanza de renacer de las tinieblas, al erguirse y sonreir al in fortunio.
Un poema que deja pensando, y mucho
Ignacio
Un poema para alguién muy querido que vivió sin duda una pena agobiante
ResponderEliminarmaria elena tolosa
una forma leve de alegroa, historia de todos...el poema!!abrzo graciela!!
ResponderEliminarEl texto eleva el desgarro a categoría estética. Dicen que soñar no cuesta nada, pero el poema parece expresar que soñar cuesta la vida, sume en la soledad y la asfixia. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarDavid Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Graciela: conmovedor poema!! Un abrazo
La tercera persona para expresar la orfandad, la desolación, como un grito callado que sin embargo retumba en su propio silencio.- Bello poema.
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