SIN CIELO
sin cielo ni
infierno
acá, en limbo del silencio
donde he retrotraído las naves a esta comunión de las partes
acá, donde las preguntas se conjuran en un mismo verbo
a sabiendas que hoy más que nunca no hallaré respuesta
alguna
que satisfaga a hombre, bestia y alma
como identidad única en la unidad trascendental de ser
ajeno de mascaras o simbolismos que justifiquen su mera
presencia
acá, en esto de
estar en la raya nocturna
tenues luces vienen a preguntar: es la pregunta el karma del
hombre?
en la trilogía de los estados en crisis del hombre:
bestia-alma-razón
a esta última la seduce más la primera por su apariencia de
elemental y la aleja de la segunda por la enormidad de preguntas que de ella
emergen
y no se pueden responder e infunden temor?
la tercera, por lo mismo, diviniza lo incomprensible,
generando los misterios
curiosamente vuelve a volcarlos ya humanizados
y ahí el hombre se trasciende reconociendo la segunda y
legitimizándola
convalido las
preguntas de la luz, tanto se ha
escrito, desde todos lados, filosóficamente, teológicamente, desde lo
antropológico también, de todos, pero de todos los lados y aún seguimos
prácticamente igual
teorizando, justificando, teorizando, hipotetizando…
y siempre la tercera lleva las riendas… hasta cuando?
concluyo con muy
poco y un montón de fascinación
entre sócrates y la margarita: la humanidad es perfecta
(por haber llevado ella la imperfección a su máximo estado)
© Francisco José Malvárez
Francisco, siempre con tanto adentro,tanto que decir y expresar como una forma de sosiego y herramienta para decir. Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
Francisco, siempre con tanto adentro,tanto que decir y expresar como una forma de sosiego y herramienta para decir. Un abrazo
ResponderEliminarLily Chavez
como siempre profundo e interrogante , con esas preguntas que nos dejan al borde del abismo , preguntas sin respuestas que transitamos por el solo hecho de estar vivos . Muy bello el poema amigo !!!
ResponderEliminarQué bueno tu texto, lleno de preguntas, de dudas y de preocupaciones tan hondamente humanas. Me encantó ese remate humilde y a la vez orgulloso, que parece una paradoja, pero que no lo es. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarMe pareció muy bueno el poema, filosófico y de la duda puede nacer ese transcurrir entre Sócrates y la margarita.Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía