2/8/13

Poema de Graciela Wencleblat



Cuando la luna se viste
con ropa de abuela
la noche vuela ternura
acaricia pensamientos
en los tejados
anda en bicicleta en la
cornisa de los sueños. 

Tomo de mí lo que creía perdido
temperatura humana
hambre de rosas
ilusión de abrazos. 

Escalo el techo de la noche
semillas infinitas caen en las
manos del colibrí.
En la punta del álamo germinan
promesas que abren madrugadas.
 

© Graciela Wencleblat

18 comentarios:

Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Versos donde danzan bailarinas que salen de tu imaginación. Allí la destacada es la esperanza.
Bello
Abrazo

3 de agosto de 2013, 14:27  
Blogger Adriana ha dicho...

Me encantó este poema, lleno de ternura escrita con originalidad. ¡Qué lindo eso de "semillas infinitas caen en las / manos del colibrí". Un abrazo fuerte. Adriana Maggio

4 de agosto de 2013, 18:52  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema pleno de sutiles fantasías , felicitaciones amiga

maria elena tolosa

4 de agosto de 2013, 20:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema pleno de sutiles fantasías , felicitaciones amiga

maria elena tolosa

4 de agosto de 2013, 20:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

felicitaciones y saludos
Anahí Duzevich Bezoz

4 de agosto de 2013, 23:46  
Blogger ALICIA CORA ha dicho...

Graciela, tu poema es muy hermoso, lleno de amor y ternura. Me super encantó, felicitaciones y beso de Alicora.

10 de agosto de 2013, 18:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A mi me gusta es el modo de la enunciación en este poema. Esa facilidad de decir imágenes inconexas que tienen la virtud de conectarse en el plano superior del sentido.
Me encanta que no cae en lo anecdótico.

10 de agosto de 2013, 19:05  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuánta frescura, qué terneza este poema, te agradezco esta lectura.
Un abrazo
Betty Badaui

10 de agosto de 2013, 22:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Cara Grace,
un poema que abre sus brazos a una madre nutricia, con plenitud de imágen, contenido y esa luz que da la esperanza. Muy bueno, te felicito.
Cariños

Elisa Dejistani

11 de agosto de 2013, 9:56  
Blogger Unknown ha dicho...

Todos tenemos nuestra propia punta de álamo donde germinan promesas. Me gustó, Graciela, mucho. Besos.

11 de agosto de 2013, 11:37  
Anonymous Anónimo ha dicho...



Poema bello, de una sutileza impresionante, casi una pintura japonesa.
Me encantó.

Abrazo,

Alicia Márquez

11 de agosto de 2013, 18:36  
Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Precioso tu poema Graciela!

12 de agosto de 2013, 19:57  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema fresco, lleno de ternura.
Me encantó,... "en la punta del álamo germinan promesas que abren madrugadas".
Maria Cristina Fervier

14 de agosto de 2013, 21:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Graciela:La luna con su "ropa de abuela" te abre con su cariño esa puerta intensamente lírica:"Tomo de mí lo que creía perdido" y marca la ruta mágica del descubrimiento para quienes tenemos la suerte de leer este poema ("semillas infinitas caen en las manos del colibrí")Las "promesas"cantan en "madrugadas" que se abren desde los"álamos".Me gustó muchísimo Irene Marks

19 de agosto de 2013, 9:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Casi diría que Irene sin querer, me robó el comentario, este poema Graciela, es para acunarlo, quererlo, guardarlo, de una delicadeza increíble.
Gracias por este regalo que nos das.
Ignacio

20 de agosto de 2013, 10:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hola Grace: la luna vestida de abuela, qué ternurita...en Astrología la Luna representa a la madre, a la abuela, a las ancestras...gracias a las nonas, a las bobes, Un abrazo, María Chapp

24 de agosto de 2013, 22:41  
Anonymous Anónimo ha dicho...

"... tomo de mí lo que creía perdido"
¡Bellísmo, Graciela!
Tiene toda la magia y la ternura de tu voz poética.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

25 de agosto de 2013, 20:32  
Anonymous Anónimo ha dicho...

wowwwwww.. mi querida.

abrazote.

Cynthia Rascovsky.

5 de septiembre de 2013, 20:12  

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