Poema de Francisco José Malvárez
AMOR CIEGO, ESTÚPIDO E INCANSABLE
hace un tiempo
desde
lo incontable
me
exploras, lo siento
buscas
ese mi que sientes
y
desconozco
mas
siempre sólo hayas
el
mismo cadáver
con
su piel de exquisito camaleón
el
mío
sin duda
el
amor es ciego
estúpido
e incansable
ya
que insistes
o
sencillamente
es
que yo
nunca
me terminé de construir
y
no te das cuenta
entrada de Gustavo Tisocco a las
11:24
8 comentarios:
todo un juego de expresiones verbales acaballando el poema^^felicidades^^6
buhamente^^^
m.e.
un penúltimo verso de contenido estupendo, queja, revelación, rebelación, incógnita, deseos de. un gran poema, francisco. susana zazzetti.
No creo en amores tan ciegos. Algo tiene cada uno para dar y no se da cuenta, eso es lo que no está construido. Tenemos una veta de negaciones muy humanas pero algo debemos ser que importe al otro. Se te extraña amigo
Lily Chavez
Francisco: nadie se terminó de construir...y el autoconocimiento siempre es parcial, a más luz, más sombra... creo que el amor no es ciego, tal vez intuya cualidades, aspectos que el ser amado no tiene claro, no lo juega dede la conciencia, con el tiempo de un vínculo se llega a saber tanto del otro y viceversa... gran tema universal, qué amamos del otro cuando amamos?? Un abrazo, María Chapp
Un gran poema como nos tienes acostumbrados
maria elena tolosa
Tres últimos versos "es que yo nunca me terminé de construir y no te das cuenta ", me atraparon, una maravilla el amor que no es tan ciego, pero creo que está intentando ayudar a que sigas construyéndote cada día...Abrazos
Ese amor que de tan ciego sólo insiste en escuchar tu voz poética, que es lo que realmente pesa, Francisco.
¡Me encantó tu poema y la cantidad de posibles lecturas que ofrece!
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
Hola Francisco:Esa nebulosa neptúnica que es el ser poético se refleja bien en tu poema,"ese mí que sientes y desconozco". Y lo hacés responsable de convertirte en un"cadáver" que intenta volverse más sólido ("nunca me terminé de construir") para poder hacer frente a ese causador "me exploras". Acaso la poesía sea eso: infinita exploración, buceo fascinante que a veces no nos permite "construir" nuestro yo con solidez. Con cariño Irene Marks
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