ELECTROSHOCK
Los condenados a
muerte no pueden elegir
bailan junto a
Zorba en playas desconocidas,
fumando tabaco
negro
para evadirse de
los pueblos miserables
donde se esconden
pensando
en las mujeres
más hermosas del mundo.
Esas que pegadas
como mariposas en las paredes
escuchan una y
otra vez las mismas canciones.
Aguardando algo
que cambie para
siempre
ese infierno de
la espera.
Una fiebre/un mar
que brote de las piedras/
el revoque que
estalle/un insecto/
una mano
cualquiera/
algo/
que rompa el
silencio/
antesque la cabeza golpee contra las piedras
Zorba siga
bailando solo
y nadie/pero
nadie/
lo rescate del
hastío.
© Francisco Alberto Chiroleu
Si Sorba se quedara solo sería una pena , tan bella música a mi me parece
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Y la música, los platos en trizas a los pies, los párpados entrecerrados,
ResponderEliminary el ritmo, y la música y las piedras milenarias inmutables.
Todo, todo dice tu poema, Francisco.
Bellísimo...
Susana Giraudo
Hermosísimo poema de la soledad de la espera
ResponderEliminary, mientras, la danza bailada por hombres o por un hombre solo.El eco de lko hermoso para no hacer atan angustiosa la soledad.Un beso
Isabel Llorca Bosco