la imprudente distancia entre el dios y yo
entre el verde y la hoja
entre el punto y la
coma
la zanja que raspamos
con la intensidad de
la pezuña
como animales sin
trono
con miedo al vacío
la pezuña en el barro
en el cuello en el rostro del animal
z de zorro
la pezuña la zanja
zapatera prodigiosa
raspa con la pezuña la zanja
del estómago
no hay
zapato de cristal
hablan las tripas
© Ana Guillot
Me encantó lo novedoso del juego de palabras, los contrastes y el remate "hablan las tripas".
ResponderEliminarme gusta mucho el primer verso. El adjetivo imprudente. Todo el poema habla de la zanja,la distancia para la que no hay zarpazo posible ni zurcido, mucho menos zapato de cristal cuando las tripas suenan. Te felicito, Ana.
ResponderEliminarAna, me encantó el montaje hasta llegar a las tripas. Muy bueno!
ResponderEliminarUn abrazo
Rita
muchas gracias, queridas y admeiradas. un abrazo a cada una!!!
ResponderEliminarana
Olga, novedoso y valiente, este poema habla de una distancia profunda entre mundos, entre cosas, entre hombres, habla de esa zanja como insalvable, como inevitable.
ResponderEliminarUn abrazo
Susana Giraudo
Buen juego de palabras para un poema que gira alrededor del hambre inev itable. Abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Grande, ticher. Me encantó, siempre un lujo!
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