Saco mi caja de tesoros
Las figuritas con brillantina
los dientes que guardé bajo la almohada
un mechón de pelo
los deseos que apilé toda esta vida
caracoles del mar que nos llevó
soy perra y sé esperar
pero
la muerte
no negocia
© Alejandra Leonor Parra
A esos primeros versos preparatorios, el que me produce admiración: "los deseos que apilé toda esta vida" (esta vida, no la vida), y después, "caracoles del mar que nos llevó" (un encanto eso de que "nos llevó"), y después el formidable "soy perra y sé esperar" (la idea de que la muerte no negocia, no me atrae, pero eso es una cuestión mía: charlando, Alejandra, te balbucearía algunas consideraciones).
ResponderEliminarRolando
*
Este poema en su andadura, en apariencia prosaísta, preserva en sus imágenes la belleza intacta de la nostalgia, para rematar en la metáfora del mar que es el vivir, del que no se regresa como éramos antes.
ResponderEliminary entonces el claro paraíso de ayer ya es apenas recuerdo. y aunque esperemos con paciencia de perros fieles, otro edén, la realidad no se sale de casillas.
W.M.
Muy buen poema! cada verso une perfectamente con los otros. Van tomando cada vez más fuerza hasta llegar a esa mujer que espera y desafía la muerte. Felicitaciones!
ResponderEliminarMuy bueno realmente. Directo a la mandíbula. Un abrazo.
ResponderEliminarBello poema , el final me impacta , la muerte no negosea es verdad
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Gracias queridos amigos poetas, a quienes tanto admiro, gracias Rolando y Máximo, siempre es un placer leerlos, gracias y abrazo
ResponderEliminardesde el inicio^ toda una invitación a la lectura^ luego ese final^ pasmoso^^^
ResponderEliminarbuhamente^^^
m.e.
Alejandra: hermoso poema, lleno de reminiscencias y nostalgia. Texto avieso, que nos prepara para una cosa y luego se descarga en otra dirección, con toda la fuerza poética, dejando al lector con una mezcla de consternación, espanto y admiración. Muy bueno. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarAlejandra, qué buen poema. me hizo pensar que si uno tiene los propios dientes que dejó bajo la almohada, es porque no se hizo presente quien debiera llevárselos: la muerte ya ronda ahí. Algo de abandono como muerte que atraviesa todo el poema. Bah! hacia esa dirección fui yo. Un abrazo.
ResponderEliminarBello y contundente.
ResponderEliminarMe gustó
Abrazo
Alicia Perrig
"caracoles del mar que nos llevó", esa imagen también a mí me llevó a un viaje sin fin.
ResponderEliminarMaravilloso verso!!
C. Dariel.
Ale, el verso final desvasta, un abrazo,
ResponderEliminarSilvia Loustau
el texto:delicioso! hermoso poema!!!
ResponderEliminarbien, entrando en su contenido, me encanta el discurso expresado, es obvio que vienes de negociar con la muerte y se evidencia que ella no negocia, pero no te vence, pues estás dispuesta a volver a negociar, te asocias a la postura de una perra que sabe esperar, que se echa y espera el momento de su próximo movimiento,el oportuno para ganar, es decir que nada aún está totalmente dicho
eres admirable en esto de vivir!!!
gracias por compartirte, francisco