20/7/13

Prosa de Paulina Juszko


            Los primeros días no te miro demasiado, como a esos tipos que nos gustan y no queremos que se aviven. Apenas me percato si tus olas vienen derechas o al sesgo. Atenta solamente a asegurar mi lona para que no se la lleve el viento y a orientarla de modo que el sol me dé de lleno. Atenta al libro de turno.
            Jugamos a los desconocidos, pero poco a poco se impone la vieja costumbre. Ya no con el mismo ardor. Antes me entregaba a tu abrazo apasionado apenas llegaba a la playa y mi cuerpo joven gemía de placer; ahora me asustan tus embates, a veces sólo te dejo lamerme los pies. Antes te lo gritaba; ahora sólo musito que te quiero, loco.

 

© Paulina Juszko

 

4 comentarios:

Blogger Liliana ha dicho...

Así es la relación con el mar como con el amor. Con la edad,una se vuelve más precavida. Hermoso.

21 de julio de 2013, 17:10  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gustó mucho ese modo de prosa tan contemporánea. Muy bueno, susana rozas.
Un abrazo

26 de julio de 2013, 20:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gustó mucho ese modo de prosa y poesía, contemporanizando las barrera. Muy bueno,
susana rozas
Un abrazo

26 de julio de 2013, 20:04  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

El mar!
Bellísimo!!
Un cariño

30 de julio de 2013, 22:43  

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