Grito de
mujer
violencia de género
Recorres
mis umbrales sombríos, como ave y
sobrevuelas,
te adueñas de mi ser, mis entrañas.
En mi
fértil tierra, del goce besado de mis hijos,
cuando tu
amor encuentra blanco en mis entrañas,
vibrando,
tus venas buscan mi amparo, yo, refugio.
Me
despliego en la espesura de mis dioses perdidos cuando
el amor
en que creía se derrama de golpe sobre mi cuerpo,
mi
rostro, quemando con odio enajenado, pujando mis entrañas
cuando el
golpe derramas sin tregua, hiriendo mis labios y escondo
las
marcas ante todos, sin saber abrirme puertas,
mis pasos
caen adormecidos en mi enredada noche.
Se
entreabre mi martirio que desborda mi grito.
Mis ojos
se agigantan, del desgarro en mi cintura
ensanchada
milagrosa, mis entrañas y mi piel se
arqueaban
quebrando el huracán ante el gesto de
la vida,
cuando el amor se funde desbordando la furia
y me
quiebras, y como pájaro que asustado huyes.
El amor
queda como una sombra fría, endurecida,
y el
hombre hiriente duerme en su siniestro brillo.
Mientras
mi cuerpo de mujer, queda extendido
en el
infierno y despierto con mi grito de Mujer!
© Lidia
Cristina Carrizo
Duro. Amargo. Duele.
ResponderEliminarEl poema excelente!!
Un abrazo
ResponderEliminarCada vez más necesario que los poetas nos pongamos a denunciar el abuso y la falta de respuestas hacia la violencia con las mujeres. Cada vez más mujeres golpeadas y muertas.
Por suerte, el poema grita.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Poema reflejo de ese despiadado y vergonzoso delito que envilece al hombre, escrito con la maestría que da la rebelión de la sangre, que piensa , recuerda y llora
ResponderEliminarProfundo respeto, hermana
Ignacio
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarEstimada Lidia: imponente poema! Un abrazo
Es un sueño, o el relato real de un abuso?, con todo, el poema se sostiene, pese a su realismo nada mágico.
ResponderEliminarValiente
W.M.