Darwin
III
A
Mariana Rimoldi
Me naces
y ando en azules de
plata
me renaces
fecunda
¡vísteme con tu
animal fabuloso!
laberintos mis aguas
y es de oro la capa y me cubre
nívea
Madre arena tierra azul
¡Padre!
Padre y cielomar les
suplico
de oro también el
manto que ofrendaron
y de fuego mi ritual
amatorio
que voy travestida de
tambor trueno
hasta las gestaciones
ah, mis niños
nupciales
ay, mi niño nupcial
serpiente
(protegido)
bendice el
alumbramiento
y salvaje estertor
¡la manada nos recibe
de cánticos!
vuelos de cóndores
sagrados
altas cumbres
nuevas constelaciones
delfines
que bailarán por
nosotros
cada celebración
mi pichoncito
mi nacido
¡los ojos restallantes
de primitiva luz!
pasión
tu nacimiento.
© Emilce Strucchi
Querida Emilce, en este poema hay algunos versos inolvidables, y quiero que lo sepas:
ResponderEliminar!que voy travestida de tambor trueno
hasta la gestación"
"mi pichoncito
mi nacido
¡los ojos restallantes de primitiva luz!
pasión
tu nacimiento
Si en algo hay pasión es el nacimiento de un niño, en su doble y maravilloso sentido. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
El misterio del nacimiento. Pasión toda.
ResponderEliminarUn cariño
Coincido con Isabel: hay versos inolvidables. Y un clima de rito ancestral, que trasporta. Disfruté mucho de su lectura. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarInteresante y misterioso poema con ese misterio de belleza sin explicación
ResponderEliminardesde Graciela abrazo
Me seduce sobre todo la busqueda expresiva de este poema, su estrategia decididamente literaria.
ResponderEliminarW.M.