DÍA
Respirar
es aferrarse a la orilla
del olvido, en
ese mar infinito
donde las barcas
callan y destilan
el último
reflejo del destino.
Habrá
que poner de lastre los sueños,
por
ancla el acanto de las hojas,
por amarra al
silencio de los besos
que lastimen de
viento a las baldosas.
Adherido
en acrobacias de sollozos
primigenios,
al dolor de las crestas
que escudriñan
la espuma en mesetas.
El día parece
ausentarse de todo
y busca donde
abrir sus corolas,
dejar su corazón
de sal y rosa.
© David Rosales
Aragón
Belleza amigo.
ResponderEliminarTus letras lo son!!
Un abrazo largo y espero verte pronto.
Lindo poema David,este día que se vive y abre sus corolas tiene la mezcla exacta...abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
La virtud de escribir en soneto, ya lo hace muy especial a este poema.
ResponderEliminarGracias por recordarnos la validez de la forma cerrada.
W.M
ESpectacular soneto!!!! Gracias por compartirlo, me encantó. Sonia Del Papa Ferraro
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