La tríada
Era de Francia
el ramaje inaugural del padre.
Ese adentro quebrar de voces
como quien traga la tierra.
Las manos fascinadas por el arte
se mecían al sol,
irrisorias.
Hut spot en la mesa
servida del domingo.
Mudanza de los ríos
en los ojos
que ya no ven.
Rara procesión de tormentos
de la guerra.
“Para que vivir en blanco,
cuando la vida es roja” – decías –
olvidando el desparpajo
de la muerte.
Vuela la tríada
de San Juan de Luz
inundada de verdor
(hayas, brezos, robles,
tejos, castaños, abedules)
Yo encarno los secretos
toscos y huesudos
de los rasgos.
Y aún los veo reunirse
adecuos al temor o a la virtud.
En el patio trasero
del recuerdo – sustraídos –
hablando de sus hijos.
© Alejandra Méndez
lo leo y escucho tu cadencia. Buenísimo, amiga!!!!
ResponderEliminarMariana Vacs