Ubicación
Se reunían en la trastienda
junto al laboratorio
junto a las varillas de vidrio y las espátulas
los amigos del lugar,
don Alberto, don Enrique, el Sr. Ponce
y el ajedrez.
Una partida rápida convocaba a algunos
y otros hablaban en voz baja
para que no escucháramos
lo clandestino.
Arriba de la mesa de mármol
una probeta, dos medidas de vidrio
el somnoliento recetario,
una pasta de lanolina, la suspensión de la goma arábiga
y la mirada de la niña rubia
posándose
sobre la flexibilidad de las cosas
cuando encuentran su cauce.
© Marizel Estonllo
Este poema tiene precisiones matemáticas, para describir el aroma de contingencias familiares
ResponderEliminarse vive en ese laboratorio. Me hizo recordar las pinturas cotidianas de Rembrandt.
Hermoso poema Marizel
Ignacio
Esa curiosa niña... muy plástico y exelente remate.
ResponderEliminarGracias
Graciela Caprarulo
Esa niña!!
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo!!
Un poema coloquial descriptivo desde las imágenes. Me sentí transportada a esa mesa de mármol...
ResponderEliminarCariños,
Gra Bucci