CIEMPIÉS
Cuando
tuve que partir,
junté
en la alforja todos los ruidos del otoño
para
entretener mi soledad.
La
cueva era un mosaico de tardes desoladas,
con
los flancos de cierzos;
gente
haciendo deportes, nubes,
inquietos
biombos para ocultar el sol,
que
lanzaba su flecha entre intersticios y clavaba escalofríos.
Me
había puesto del revés como una ropa, Debía impresionar tanto que el recato era
una sensación imposible.
Sin
embargo, me visitaron uno a uno
para quitarme esta voz que mi madre me había dado,
y
devolverla confusa, destejida, anudada,
hecha
ovillo para envolverme en la larga hora invernal.
Vino
la soledad de ciempiés.
Me
hincó las uñas, eyaculó el veneno
y
se fugó por las cien aberturas que empezaron a golpearse,
y
entró la turbia noche, embestida de reflejos, de agua
de
alcantarillas, desniveles, imágenes que no me dejaban respirar.
Por
cien puertas, el eco oloroso del campo desahuciado.
Sigue
la soledad del ciempiés con cien salidas, con sitios para la fuga.
Abierta
la alforja, sin manos, sin cabellera, sin sangre,
me
sostengo del balcón de tu recuerdo.
A
algunas puertas no las veo.
A
otras las atravieso sin abrirlas
como
el conde rumano por la tela.
Y
aunque puedo llamarte como otras veces
temo
que ahora sólo vuelva
el
siniestro mensaje del viento.
© Isabel
Llorca Bosco
Es verdad ,llevastes todo en tu equipaje y aunque al revés alguien arrebató tu voz, la que tu madre te legara , lo importante es estar íntegro querida amiga, como loestás vos
ResponderEliminarmaria elena tolosa
isa, es un poema de alto nivel estilístico y emotivo. la presencia del ciempiés abre la mente a cien sensaciones de vida, diferentes.y no temas: el mensaje del viento nunca es siniestro. imagen que sostiene todo elpoema. susana zazzetti. susana zazzetti.
ResponderEliminarEl cienpiés Isa es una criatura luchadora y aunque lo partan al medio sigue cada mitad su camino Elegiste muy bien este artrópodo para desarrollar semejante poema Bravo por la cien salidas!!!
ResponderEliminarCien salidas para el ciempiés, tantos lugares de fuga, tanto necesitadas liberaciones para nosotros...qué buen poema!
ResponderEliminarLily Chavez
No ver algunas puertas y atravesar otras sin abrirlas, es patrimonio exclusivo del poeta, Isabel.
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
Mis aplausos para este poema.
ResponderEliminarUn abrazo
SilviaLoustau
Muy kafkiano este poema. Creí escuchar a Samsa. Abrazos por cien!
ResponderEliminarEspléndido texto, Isabel, lleno de alusiones, hallazgos poéticos, remimniscencias. Es estremecedor por su sinceridad y su crudeza. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarCien aplausos para este poema
ResponderEliminarque se descuelga en mi mirada
desde Graciela abrazo
Qué poema!!
ResponderEliminarme pongo de pié para leerte.
Felicitaciones!!
Carissima Isa,
ResponderEliminarun poema intenso con alto vuelo lírico, surreal en sus imágenes, en el contraste lúcido de itinerarios y contenidos. Sobresale por la libertad y por la fuerza de una palabra que convoca. Te felicito amica!
Cariños
Elisa Dejistani
La imagen del cienpies con cien preguntas, cien imágenes, cien puertas, cien salidas y cien... aplausos.
ResponderEliminarMaria Cristina Fervier
Cien preguntas, cien respuestas, cien aplausos para este hermoso poema !!
ResponderEliminarAbrazos
Rosa Lía
esta voz que tu madre te había dado^ no solo se eleva en la espiral del texto sino que además redime la palabras de la incierta maldición de sus acepciones^^^
ResponderEliminarbuhamente^^^
m.e.
Poema estupendo con mucha soledad encima. Bravo, querida Isabel.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
Cienpies, cien puertas, cien salidas...Sísifo cuenta con elementos suficientes para cambiar su rumbo. Bello, Isabel. un abrazo
ResponderEliminarEste es un poema muy bien llevado hasta el final, tiene la virtud de comunicar el desencanto y la orfandad.
ResponderEliminarsuper!
Walter Mondragón
Querida Isa: Bellas imágenes para un poema que clava escalofríos....ponerse del revés es exponerse a la más cruda intemperie, a la indefensión de CIENtos de vísceras, al daño que no deja respirar...no quedan manos, cabellera, sangre.....sin embargo, la VOZ que tu madre te dió encontró encontró CIEN caminos para decir... y al decir desocultar el sol.Un abrazo, María Chapp
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