Poema de Alicia Márquez

¡Hola!

El mar, ese cielo de abajo, luchando con el viento.

Las gaviotas mandando cartas.

Los chicos, como perritos recién nacidos, jugando con la arena.

Los perros, como chicos recién nacidos, ladrándole a las olas.

Y vos, de espaldas al mar, hablando por celular.

Y hablando, hablando, hablando, reconcentrado,

serio, importante. Preocupado.

Te faltaba un escritorio.

Y pasaban chicas florecidas en nalgas redondas,

y pasaban pelotas voladoras de colores,

y pasaban los vendedores de choclos, y de churros, y de manzanitas

brillosas.

Y pasaba la vida.

Y vos, hablando, hablando, hablando.

De espaldas al mar.

Si te querías comunicar con Neptuno

te hubiera bastado ponerte un caracol en la oreja.

Pero estabas tan lejos de Neptuno como de Júpiter.

En medio del griterío y de las risas me diste

tanta pena como aquel pescado que se mecía solito

y solo, en la orilla, sin poder ver el cielo.

 

© Alicia Márquez