Los unos y los otros
"El niño hunde la mano en su fiebre
y saca astros que tira al aire" - Juan
Gelman
El niño muele estrellas
en su mortero,
y se abrillanta los ojos.
Los hombres muelen niños
en la oquedad de sus ciudades.
El niño cuenta soles
en su contador.
Los hombres cuentan niños
como si fueran sombras.
El niño juega futbol
con la luna.
Los hombres juegan futbol
con los niños.
El niño tira astros al aire
y los ataja.
Los hombres tiran al aire niños
que nadie ataja.
© Adriana Maggio
Querida Adriana: dolorosísimo y certero este poema, con este paralelo entre "los hombres" y su poder y "los niños" y su indefensiòn. La inocencia y la frescura de esas "estrellas" contrastan con esos niños que "los hombres tiran al aire".Honda empatía y la tristeza de quien no cierra los ojos ante la realidad, sino que se sumerge en ella con lucidez caracterizan tu poética. Sentì mucho este poema que dice con delicadeza lo que vemos a diario. Por otro mundo de mayor igualdad, con cariño Irene Marks
ResponderEliminary duele tu poema, adriana, ésto significa que tu palabra bella va más allá de la literatura. esta contraposición de realidades cantada con angustia y dolor, nos cerca permanentemente. felicitaciones. susana zazzetti.
ResponderEliminarHay que saber habitar el territorio de la barbarie sin resignarse a ella, es la gran tarea de estos tiempos, creo. Magnífico poema en su austera crudeza.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Y...qué poema puede no ser un gran poema, desprendido de las palabras de Gelman, qué poema puede no tener heridas con los niños de por medio. Hermoso Adri, pese a lo doloroso
ResponderEliminarLily Chavez
Es poco lo que puede decirse frente al profundo dolor de este poema que nos lleva de la mano a tocar esta triste y violenta realidad, verdadera tragedia humana, descartar los brotes de esperanza.
ResponderEliminarUn poema fundamental Adriana, bien estructurado. Felicitaciones
Ignacio
Qué mirada grandiosa la tuya, dando vida a un poema brillante ycierto.
ResponderEliminarBesos
Querida Adriana,
ResponderEliminarmuy conmovedor este poema en el que se refleja el hostigamiento de la niñez, de la inocencia arrancada por ciertos hombres cosificadores sin escrúpulos, que solían entrenar a los "niños de la guerra" y aún existen en la clanestinidad.
Muy buen trabajo, felicitaciones
Cariños
Elisa Dejistani
Querida Adriana: muy conmovedor tu poema , retrata la crueldad, falta de conciencia y nula empatía del poder egoísta; tirar niños al aire, a veces arrancando alguna de sus extremidades,eso hacían los nazis, insoportable crueldad humana, gracias por tu poema necesario, un beso grande, María Chapp
ResponderEliminarAdriana, es conmovedor tu poema, y muy bien logrado.
ResponderEliminarpoema bello, crudo, fuerte! reflexionar sobre ello me lleva a pensar lo extraño de esto de ser humanos, no fuimos y fueron niños también y había hombres y hombres y todo fue cuestión de suerte? como los niños de ahora hombres y hombres serán y seguirá sucediendo lo mismo con los niños que a ellos les toquen, cuestión de suerte también? qué hará que los niños al hacerse hombres sean indolentes con la niñez? será algo del SER humano, inherente sólo a nuestra naturaleza? por qué nunca se ha podido cambiar esto? será que no se puede o no se quiere? desde el origen de esta humanidad pareciera ser que es así: ser niño significa sobrevivir al hombre y su naturaleza. quizás sea eso que nos hace únicos en el universo
ResponderEliminarperdón, hermoso tu poema, me conmovió hasta el tuétano
gracias por compartirlo, francisco
Adriana, este poema conmovedor y doliente me atrapó.
ResponderEliminarUn abrazo.
Adriana, has organizado las relaciones entre hombres y niños (uno no puede dejar de pensar en que esos niños serán hombres y en lo que harán con los niños)De forma magistral oponés el brillo a la sombra). En el primero no faltan las lágrimas por deslizarse. Es elaborado, conmovedor y verdadero. El maltrato a los chicos
ResponderEliminares algo inconcebible que muy bien has dado a luz. Un abrazo Isabel Llorca Bosco