28/5/13

Poema de Miguel Oyarzábal



A LAURA DESPUÉS DE 11 DÍGITOS

Buenas noches Laura,
aunque le hable al vacío de la ventana,
a los fantasmas de la Avenida Irigoyen
que buscan nuestras utopías en el fondo del Muelle Viejo,
en el mar tendido hacia el embudo del horizonte.
Buenas noches Laura,
porque tu voz me tocó la espalda,
se colgó del brazo,
dibujó un tajo a lo largo del tronco
y metió sus palabras llenas de aire caliente entre las costillas,
viento norte con olor a río,
a mediodía verde,
al sudor de una acordeona estival y colorada.
Buenas noches Laura,
sí, esa voz tuya caló más allá de los huesos,
fatigando a los pulmones y la sangre
que ahora manotea entre las venas sin entender,
me deja a la deriva,
sin brújula, sin cartas de navegación,
ni estrellas, ni costa al alcance de la mirada.
Sólo persiste el ruido de las olas y la memoria,
una memoria que, falta de cabos,
resbala, pierde pie y cae en lo oscuro.
Buenas noches Laura,
porque en esta orilla donde duele el silencio de la luna
y el naufragio es mucho más que la dureza del viento y la soledad,
no tengo leña ni fósforos para encender el aire.
Dejá de ser humo del otro lado del teléfono, Laura,
dale un sentido a la anchura de la playa, Laura,
prendé vos el fuego para ahuyentar la niebla, Laura.
Vení, cerrame tu herida, Laura.


 
© Miguel Oyarzábal

4 comentarios:

Blogger Laura ha dicho...

Es precioso y triste. Gracias por compartir!

28 de mayo de 2013, 14:29  
Blogger Laura ha dicho...

Es precioso y triste. Gracias por compartir!

28 de mayo de 2013, 14:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Miguel!!! que hermoso poema, esa tristeza que tiene, esa melancolía está teñida a la vez de mucha belleza. Muy bueno

Lily Chavez

28 de mayo de 2013, 20:46  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Cuán rica es Laura!!

16 de junio de 2013, 0:47  

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