La luz de la luna
entra sin pudores
por el abierto
balcón.
Afuera los
innumerables rostros de la noche
edificios,
árboles, alumbrados distantes.
Casi sin gritos
ni autos
la calle es una
perfecta desconocida.
Como esa mujer
que se fue hace tanto tiempo
y que duerme en
la mitad de la cama vacía
Ese hombre no
quiere más dormir solo
en su mitad- la
otra mitad del desamparo
se niega el
derecho a dormir.
Simplemente
acostarse
y sentirla respirar
es un golpe bajo
El también se fue
hace mucho tiempo
tanto
que no sabe como
ni para que
ni si vale la
pena volver.
© Francisco Alberto Chiroleu
Dios mío, francisco, qué poema! toda una historia de vida dentro de cada palabra, perfora.maravillosamente expresado. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarTriste como la vida que se convirtió en rutina, milenario como el miedo de estar solos.
ResponderEliminarFicción hecha realidad uando el dolor huele a poesía.
Abrazos
Marta
UUFFFFFFFFFFFF
ResponderEliminargenio!!
Cuánto sentir.
besos