Lo efímero
somos
el instante
en que la pluma
de la alondra
cae
desde el vuelo
hasta posarse
éterea
en las arenas indóciles.
Un momento minúsculo
concedido para hacer
después un fragmento
de energía
degradada
que se pierde
poco a poco
en la galaxia
y entretanto
un
estar
de vacas pastando
como
si las horas
florecieran
sin
fin
© María Julia Druille
Querida Maria Julia:
ResponderEliminarFelicitaciones! Fui dejándome llevar por tu poema, bajando cada verso como por una escalera. Un trabajo maravilloso con un ritmo perfecto. También florecí al final de la lectura.Saludos
si, como dice ivana, el poema te va haciendo descender con ternura, lentamente, no hay presión temporal ni de ningún tipo. un remanso. susana zazzetti.
ResponderEliminarEse momento minúscolo que nos ha sido concedido para que nosotros podamos prolongarlo ¿Tal vez la poesía?
ResponderEliminarHermosísimo, María Julia. Tanto su espacialización en la caída del poema como la forma original y certera de adjetivar, como lo nuevo sobre una temática de siempre. Abrazo fuerte Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarEl instante , lo etéreo , esa pluma...y en el entretanto, la poeta que sos y florece en el sinfin,
ResponderEliminarGracias por este poema María Julia,
Abrazo grande
María Montserrat
Maria Julia los ojos caminaban en el aire al leerte. Es perfecto el mensaje de la finitud pero resuelta en tu buena Poesia. Abrazo
ResponderEliminarMaria Paula Mones Ruiz
Una buena poesía lanzada al espacio para que la transitemos
ResponderEliminarmaria elena tolosa