23/3/13

Poema de Jorge Boccanera


(EL VIOLINISTA JACOBO FIJMAN ENTRA AL BOSQUE)

                            a Daniel Calmels

De bruces, de cruces, el ambulante
se dibuja a sí mismo con carbonillas rotas.
lavado en el pecho de un dios indiferente, arrasa
lo que pinta, come de esos despojos. 

Vive de lo que quema. No hay respiro, solo
palacios de ceniza que recupera su caligrafía.
Príncipe en desamparo abomina del cuerpo.
Arguye que Dios pesa, ¿destruye sus pinturas? 

Molino rojo hundido en la hojarasca, interroga
a su sombra: ¿La soledad es un Dios?
¿Tanto pesa esa nada? 
El hospicio del mundo le retiró el saludo. 

Carga la bolsa de los huesos por el desierto de su cuerpo. 

© Jorge Boccanera

8 comentarios:

Anonymous MILAGROS RODRÍGUEZ ha dicho...

Excelente poema Jorge, sentido y perpetuo, como su homenaje

23 de marzo de 2013, 16:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querido Jorge, tu poema estremece y algunas frases son impresionantes como esa pregunta, ¿la soledad es un Dios?, otra: “el hospicio del mundo le retiró el saludo”. y ese cierre casi in- pensado. Extraordinario texto.

Saludos y gracias mil

Andrea


23 de marzo de 2013, 19:26  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¿ La soledad es un Dios? me quedo flotando en el aire como un respiro agitado , no se porque

maria elena tolosa

24 de marzo de 2013, 2:18  
Blogger Ricardo Juan Benítez ha dicho...

Inspirado, excelente poema-homenaje.

24 de marzo de 2013, 7:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

impresionante en emoción y sentimiento. de un gran poeta a otro gran poeta, inolvidable. susana zazzetti.

24 de marzo de 2013, 22:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

carga la bolsa de sus huesos en el desierto de su cuerpo.... impresionante! que final!!!
Mariana Vacs

25 de marzo de 2013, 12:05  
Blogger Isabel ha dicho...

Poeta que escribe sobre otro poeta siempre corre riesgos. En su locura de MOLINO ROJO, en su conversión religiosa, has pintado al excelente poeta y has enunciado esa pregunta sobre la soledad del que se siente demasiado huérfano.
Estremecedora y valiente, como toda tu poesía.Un abrazo
Isabel Llorca Bosco

26 de marzo de 2013, 16:25  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Como es habitual, tu poesía respira la verdad del hombre ,profunda, casi inexpresable,
Logrado y sobrio, tu poema lleva a meditar.
Susana Giraudo

31 de marzo de 2013, 11:48  

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